El libre Albedrío...
El ser humano es el único ser al que se le ha concedido libre albedrío, es decir, la facultad de elegir y tomar nuestras propias decisiones, por tanto, podemos afirmar que somos creadores de nuestras propia realidad.
Una gran parte de todo lo que nos acontece se debe, por tanto, a nuestros pensamientos, lo que crees, creas, tenemos la facultad de razonar, meditar y materializar nuestra voluntad.
Esta capacidad humana surge desde la interioridad más profunda, desde un nivel de conciencia que trasciende las experiencias, cuando prescindimos del ego podemos lograr todos nuestros propósitos.
Actualmente la humanidad esta sumida en un estado de conciencia ínfimo, ya que nos han enseñado a reprimir, rechazar y negar muchas partes de nuestros ser, al negarlas, las enterramos, y nos sumimos en un estado de conciencia, en el que tan solo somos capaces de usar un 2% de nuestro libre albedrío. No somos dueños de nuestras circunstancias, sino que son las circunstancias las que guían nuestras vidas...
Estamos anclados a la política, la religión, la familia..., patrones sociales que aceptamos como válidos, y que nos llevan a comportarnos a todos de la misma forma, quedando atrapados en una serie de comportamientos que la sociedad considera "válidos" por miedo a ser rechazados y excluidos de la misma, comportamientos que nos alejan de nuestro verdadero ser.
Para ser dueños de nuestro destino, el primer paso es conocernos a nosotros mismos, nuestros defectos y virtudes, y vivir en armonía con la naturaleza, indagar en nuestro interior y buscar nuestro verdadera misión en el mundo (¿Qué es lo que quiero?), luchando con toda nuestra energía para conseguirlo, transformando nuestras debilidades, respetando nuestras limitaciones, enfrentando nuestros miedos, y aprendiendo a confiar en nosotros mismos, siendo conocedores de que podemos ir más allá de nuestras creencias.
Debemos, por tanto, encontrar la armonía entre lo que pensamos, decimos y hacemos, para potenciar nuestro pensamiento creador y ser capaces de transformar al mundo y a nosotros mismos.